Primero dominó el Girona, después la Real Sociedad. Pero no hubo manera de romper el silencio en el marcador. Un 0-0 insuficiente para el Girona en su pelea mano a mano con el Real Madrid por el título, también para la Real Sociedad, que solo ha ganado uno de sus últimos siete encuentros en la Liga. No fue insuficiente para el fútbol. Un partido tan divertido como intenso, que terminó con Míchel en el vestuario antes de tiempo y con los rojiblancos apuntando al VAR después de que en el primer tiempo se anulara un gol a Yangel Herrara por fuera de juego.
0
Gazzaniga, Miguel Gutierrez , Eric Garcia, Daley Blind, Yan Couto, Aleix García (Jhon Solís, min. 80), Sávio, Iván Martín (Pablo Torre, min. 70), Tsygankov (Valery Fernández, min. 79), Yangel Herrera y Portu (Stuani, min. 70)
0
Remiro, Zubeldia, Álvaro Odriozola (Jon Aramburu, min. 3), Javi Galán, Jon Pacheco , Beñat Turrientes (Merino, min. 52), Martín Zubimendi, Sheraldo Becker (Barrenetxea, min. 52), Oyarzabal (undefined, min. 93), Brais (Jon Ander Olasagasti, min. 86) y André Silva (Sadiq, min. 86)
Goles
Árbitro Jesús Gil Manzano
Tarjetas amarillas Beñat Turrientes (min. 21), Alguacil (min. 46), Zubeldia (min. 63), Yangel Herrera (min. 87) y Daley Blind (min. 97)
Tarjetas rojas Sánchez (min. 88)
Si la Premier se cuela en las televisiones de todo el mundo a fuerza de crear una auténtica Superliga, plena de superestrellas y superentrenadores, España guarda dos tesoros sin tanto ruido ni glamur: uno, en San Sebastián; el otro, en Girona. Y cuando se encuentran el resultado no puede ser otro que el de un partido tan eléctrico como táctico, esencialmente bien jugado. De entrada, la Real mostró el colmillo. En cuanto el Girona soltó a rodar la pelota, los muchachos de Imanol salieron escopeteados a morder a los rojiblancos. Míchel aceptó el duelo de uno contra uno por todo el campo que había ideado Imanol. A cambio, para sortear la agobiante presión de la Real, el Girona apostó por la movilidad de Portu en lugar de Stuani para reemplazar al dolorido Dovbyk.
Ni la lesión de Odriozola, cuando el duelo se estaba sacando las legañas, hicieron recular a la Real. Tampoco el trajín que acumula en las piernas, líder de grupo en la Champions (lo espera el PSG en octavos), en las semifinales de la Copa (lo espera el Mallorca), aferrado, en cualquier caso, a los puestos de Europa League en la Liga. Pero la Real no se queda nunca sin gasolina. Y eso que lo intentó el Girona, siempre con el balón como cuchillo. Sin embargo, aunque entre Yangel Herrera y Aleix García se las ingeniaban para frenar a los movedizos y escurridizos Oyarzabal y Brais Méndez, al Girona le costaba romper a la zaga txuri-urdin. De hecho, tardó hasta el minuto 15 para encontrar a Remiro después de una falta directa de Tsygankov.
No había ruido en las porterías, sí en el campo. El Girona y la Real se contagiaban el ritmo trepidante, pero eran los rojiblancos los que se adueñaban del cuero. Entonces, frente a la precisión en velocidad del Girona, a la Real no le quedaba más remedio que frenar con faltas a los rojiblancos (14 en el primer tiempo; 19 en total). Fue, como casi siempre, Savinho el que levantó a la entregada hinchada gerundense en Montilivi. Una jugada preciosa del extremo terminó con el balón en la red después de la plancha de Yangel Herrera. Sin embargo, tras seguir los consejos del VAR, el árbitro anuló el gol del mediocentro por un fuera de juego que había ocurrido 37 segundos antes. La misma suerte, en cualquier caso, se llevó el gol de Oyarzabal tras el mal despeje de Gazzaniga.
La Real no estaba dispuesta a dejarse llevar por delante en Montilivi. Al menos, Imanol no se lo iba a poner fácil a Míchel. Tras el paso por vestuarios, la Real ya no solo mordió en el campo del Girona sino que se plantó con el balón cerca de área de Gazzaniga. La pelota ya había cambiado de dueño en Montilivi. Pero el duelo no bajaba el ritmo. Y mientras Imanol ya había hecho tres cambios cuando el reloj marcaba 52 minutos, Míchel dejó pasar más de una hora para agitar el once: Pablo Torre y Stuani por Iván Martín y Portu. Nuevo plan del técnico, ya sin la pelota como brújula, pues ahora quería un 9 clásico como Stuani.
No apareció el uruguayo, aunque sí Remiro para volver a silenciar a Yangel Herrera. Antes, en la otra portería, Gazzaniga se había lucido frente a Brais Méndez. Después de que Barrenetxea asustara y asustara a la defensa rojiblanca, sobre el final de duelo fue Yan Couto, también por la banda, el que arremetió contra el área de la Real. No hubo caso. Ni para la Real ni para el Girona.
A los de Míchel no les queda más remedio que rezarle a Simeone a la espera de visitar la próxima semana el Real Madrid, el único equipo frente al que cayó en la Liga, el único equipo, también, que tiene por delante en la tabla.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.