Dos líderes del partido aceptaron la invitación del Premier. Elisabeth Borne, debe recibir en Matignon, el martes 4 de abril, a la secretaria nacional de Europa Ecología-Los Verdes (EELV), Marine Tondelier, que quiere hablar con ella «mantener el orden»y el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, que pretende debatir “la situación general del país”.
En un comunicado publicado el domingo, se dicen los socialistas “Convencidos de que la condición para el apaciguamiento del país, así como el restablecimiento del diálogo con los parlamentarios, está en el retiro de la reforma previsional. Es con el único propósito de evocar la situación general del país que Olivier Faure (…) va a [la] encontrar « con el jefe de gobierno.
Los socialistas no participarán en ninguna consulta sobre el calendario parlamentario hasta conocer el resultado de… https://t.co/IKonhXu8tg
En un texto publicado el domingo, ejecutivos de EELV explican ser «muy preocupado. Políticamente. Ambientalmente. Socialmente. Y EELV, como partido político, quiere una reunión con el Primer Ministro para hablar sobre el mantenimiento del orden, el clima de violencia contra los ecologistas y el necesario apaciguamiento.escriben.
Ellos y ellas deben escuchar a los sindicatos: ellos y ellas tendrán la oportunidad de recibir a la intersindical esta semana en Matignon.
Una serie de consultas
El Primer Ministro inició esta semana una serie de consultas con grupos parlamentarios y sindicatos para intentar«apaciguar» el país y «acelerar» en proyectos «concreto» en materia de educación, salud o ecología.
El lunes, el líder de los senadores centristas, Hervé Marseille (Unión de Demócratas e Independientes, UDI), primer parlamentario en ser recibido el lunes por MA mí Nacido para intentar salir de la crisis de la reforma de las pensiones, pidió al Primer Ministro que fuera “aún más atento” sindicatos reformistas como la CFDT.
Recibidos al final de la tarde, los dos copresidentes del grupo LIOT (Libertades, independientes, ultramar y territorios), Bertrand Pancher y Christophe Naegelen, por su parte, pidieron al jefe de Gobierno que «abandonar su proyecto» pagar «calmar la situación» Y «abrir negociaciones reales con parlamentarios y dirigentes sindicales»o bien lanzar un referéndum.